
Nota Editorial
Mes de Junio
Qué decir en este presente... a veces siento que vivimos inmersos en varias realidades en el mismo momento en nuestro país, en un mundo donde la pobreza y las miserias humanas conviven en un mismo tiempo y espacio con la impunidad y la falta de empatía de quienes tienen la decisión de guiar los pasos futuros.
Y en medio de esa realidad, la gente se aleja más y más del mensaje de Dios, porque si no fuera así, el mundo sería un lugar fantástico en el que todos y cada uno tienen las mismas oportunidades, pero cada vez siento que esas oportunidades van separando el diario vivir de las personas, la gente de bien empuja y están ahí, pero pareciera que el camino de los malvados cada día es más notorio y creemos que son mayoría. Pero no, el bien está ahí, solo hace falta, despertarlo y sacarlo del cajón, que sea luz e ilumine a todos. Se me viene a la mente una desiderata que leí, y la comparto contigo:
“Camina plácidamente entre el ruido y la prisa, y recuerda que la paz se puede encontrar en el silencio. En cuanto te sea posible, vive en paz y en armonía con todas las personas y pronuncia claramente tu verdad. Escucha a los demás, incluso al torpe e al ignorante, porque ellos también tienen su historia. Evita a las personas ruidosas y agresivas, porque son un fastidio para tu alma. Si te comparas con los demás, te volverás vano y amargado, porque siempre habrá personas mejores y peores que tú. Disfruta de tus logros y de tus planes, mantén el interés por tu propia meta, por humilde que sea, porque ella es un tesoro en el fortuito cambiar del tiempo. Se cauto en los negocios, pues el mundo está lleno de egoísmos, pero no te cierres a la virtud que hay en él. Muchas personas se esfuerzan por alcanzar nobles ideales, y en todas partes la vida está llena de heroísmo. Se tú mismo, no finjas afecto y no seas cínico en el amor, porque en medio de toda aridez y desengaños, él persiste como el viento. Acata dócilmente el consejo de los años, dejando con ternura las cosas de la juventud. Cultiva la fuerza del espíritu para que te proteja en la adversidad, pero no te angusties con fantasmas, pues muchos temores nacen de la fatiga y la soledad. Cultiva la disciplina, en especial contigo mismo. Tu eres una criatura del universo, creado a imagen de Dios, no menos que las plantas y las estrellas, por ello mantente en paz con Dios y mantén en paz tu alma en medio de este mundo bullicioso, con todas las falencias de las personas que lo habitan, porque aún y a pesar de ello, el mundo sigue siendo hermoso. Ten cuidado y por sobre todo, esfuérzate por ser feliz”.
Pidamos con fe y valentía al Sagrado Corazón Misericordioso de Dios, que no decaiga nuestra esperanza. Que así sea.
Fernando Perfetti