Curar el Mundo
Arzobispado de Buenos Aires
América Latina: Iglesia, papa Francisco y escenarios de la pandemia
“Estos síntomas de desigualdad revelan una enfermedad social; es un virus que viene de una economía enferma. Tenemos que decirlo sencillamente: la economía está enferma. Se ha enfermado. Es el fruto de un crecimiento económico injusto —esta es la enfermedad: el fruto de un crecimiento económico injusto— que prescinde de los valores humanos fundamentales. En el mundo de hoy, unos pocos muy ricos poseen más que todo el resto de la humanidad.”
“Para asegurar que lo que poseemos lleve valor a la comunidad, «la autoridad política tiene el derecho y el deber de regular en función del bien común el ejercicio legítimo del derecho de propiedad» (ibid . , 2406) [1] . La «subordinación de la propiedad privada al destino universal de los bienes […] es una “regla de oro” del comportamiento social y el primer principio de todo el ordenamiento ético-social» ( LS , 93) [2]”
“Cuando la obsesión por poseer y dominar excluye a millones de personas de los bienes primarios; cuando la desigualdad económica y tecnológica es tal que lacera el tejido social; y cuando la dependencia de un progreso material ilimitado amenaza la casa común, entonces no podemos quedarnos mirando. No, esto es desolador. ¡No podemos quedarnos mirando!”
AUDIENCIA GENERAL
Biblioteca del Palacio Apostólico
Miércoles, 26 de agosto de 2020